¿Libertad de expresión o
libertinaje?:
En
la Declaración
Universal de Derechos Humanos se dice lo siguiente:
Artículo 19
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de
expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones,
el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin
limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.
Artículo 29
2.
En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus
libertades, toda persona estará solamente sujeta a las limitaciones
establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el
respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas
exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una sociedad
democrática.
Febrero de 2018, en la Feria de
Arte “Arco” salta la polémica y el escándalo. Santiago Serra, presenta como
obra de arte 24 fotografías de políticos catalanes a los que define como
“presos políticos”. Todos los medios de comunicación dan la noticia. Se
convierte en la obra más buscada. La dirección de Arco decide retirarla y
saltan chispas al ser acusada ésta de usar la censura en el Arte. Se dice que
es arte y que la obra debe quedarse en aras de la libertad de expresión,
mientras que en otros ámbitos se la considera un esperpento, cercano casi a lo
delictivo. Tras el escándalo el precio aumentó, 80.000€ pagó un empresario
catalán por las fotos. ¿Libertad de expresión artística? ¿apología de un
delito? ¿oportunismo? ¿provocación para hacerse famoso?. La creación de
polémica llama la atención del público, al público y a los medios de
comunicación les va el morbo y el escándalo. Evidentemente, las 24 fotos fueron
del gusto de los independentistas catalanes, pero no de la mayoría de los
españoles.
Escándalo, polémica, provocación,
ofensa de los sentimientos de otros….resulta lamentable que para hacerse famoso
y que la obra gane un plus haya que recurrir a estos recursos. El arte así,
queda reducido a lo banal; el arte moderno entonces, sólo seduce como
competición por la atención y conseguir la atención del público, crítica y
medios, es cada vez más difícil. Con este tipo de obras, el arte queda reducido
sólo a conseguir captar la atención a través de lo aberrante, del oprobio, del
insulto, de todo aquello que haya de negativo en la Humanidad.
En esta carrera por conseguir destacar y
traspasar los límites de los límites, y captar la atención (escudándose en la
libertad de expresión, uno de los fundamentos de la Democracia) lo importante
es, al fin y al cabo, hacer algo que provoque el mayor rechazo posible, el
mayor escándalo, la mayor controversia, lo que sea aunque sea abyecto, o
incluso pudiera presentar indicios de delito, nada de esto importa, ni siquiera
el Arte, lo que importa es QUE SE HABLE DE TI Y TE HAGAS FAMOSO.
Manoli Iglesias Vera
Licenciada en Historia del Arte
Creo que corren tiempos difíciles
para la libertad de expresión, no hay más que ver Facebook o instagram
censurando los desnudos, tanto masculinos como femeninos, hay demasiados ojos
que se escandalizan demasiado creo yo. Por otra parte, pienso que en el
enunciado de la pregunta faltaría algo, y es cuando se utiliza a la libertad de
expresión o a la falta de ella, para promocionar algo que de otra manera
pasaría inadvertido, “provoca o haz algo, llama la atención de quien más se
siente poder ofendido y obtendrás publicidad gratuita”, de este modo, películas
de cine, obras de teatro o exposiciones aumentan su público sin apenas
inversión.
Refiriéndome más a la propia
pregunta, hay una frase que dice que “la libertad de uno termina donde empieza
la de los demás”. Estamos en una época de exaltación de diferentes valores de
uno u otro tipo, y en prácticamente todos los ámbitos contrapuestos, política,
religión, deportes, banderas, creo que es muy difícil establecer los limites
entre la libertad de expresión y el libertinaje, yo no me atrevo, recuerdo que
leyendo a un prestigioso dibujante de cómics contaba que en tiempos de la
dictadura, para denunciar una situación, la contaba en un futuro de ciencia
ficción y colaba. Hoy en día, estos límites han cambiado, estamos en los
tiempos del políticamente correcto, no sé si dentro de poco nos van a quedar
temas para contar chistes sin sufrir el ataque de alguien que pueda sentirse
ofendido, en fin, creo que he divagado demasiado y no sé si he llegado a algún
sitio, creo que no. Corren tiempos difíciles para la libertad de expresión.
Adolfo Merino
Artista
Lo que llamamos “la buena
educación” es muy simple “no hagas ni digas a los demás lo que no quieres que
te digan o hagan a ti” Así dirás lo que tienes que decir sin pasarte, otra cosa
es que a la autoridad de turno y acorde con las leyes o no, te quieran
sancionar.
También se puede expresar “tú
libertad termina donde empiezan los derechos del otro”
Antonio Sánchez-Gil
Artista
La libertad de expresión es un derecho fundamental o un derecho humano, el derecho a la libertad de expresión es definido como un
medio para la libre difusión de las ideas, pero teniendo en cuenta que dicha
libertad asume consigo las responsabilidad de los opiniones que hagamos.
El libertinaje es definido por la real academia Española (RAE) como el desenfreno en las obras o en las
palabras, por tal razón el libertinaje está asociado a la violencia moral y a
la falta de respeto.
La diferencia entre estas dos se aprecia através de este ejemplo:
- Libertad: Poder opinar libremente sobre alguien.
- Libertinaje: Utilizar esa libertad para difamar, calumniar, lanzar
comentarios discriminatorios...
Como se pude
apreciar hay una gran diferencia entre ambos concepto, aunque el libertinaje
procede de libertad su concepto y practica son diferente, el libertinaje es un
oprobio hacia los demás por tal razón comportémonos y defendamos nuestra
libertad de expresión sin evadir las responsabilidades y consecuencia a nuestra
actos.
La libertad no es un problema, es
una responsabilidad. Y los hay que saben cómo usarla para que la sociedad
crezca y mejore. En manos del espectador está quedarse con lo bueno o con lo
malo que aporta esta.
No es
fácil debatir acerca de los límites de la libertad de expresión. El propio
concepto, el derecho a expresar nuestras ideas, parece bastante amplio y
encontrarle límites podría resultar contradictorio. De hecho, en parte, lo es.
Pero incluso en una democracia idílica y utópica, en la que sus ciudadanos
gozan de amplios derechos, también existen límites. Unos límites marcados
por leyes, y esas mismas leyes son las que nos pueden dar pistas acerca de
cuáles son los límites de la libertad de expresión.
Es un debate sin fecha de caducidad en el que todos tenemos
voz y voto. Existen multitud de opiniones al respecto y no parece demasiado
fácil ponerse de acuerdo. ¿Qué clase de «libertad» es aquella que tiene
límites? ¿Cómo podemos hacer uso de nuestra propia libertad de expresión
para censurar las ideas y los mensajes de nuestro contrario? ¿No es todo
una gran contradicción?.
Las injurias y las calumnias, la
apología de terrorismo o los actos que suponen una incitación al odio son solo
algunos ejemplos de nuestros límites, aquellos que nos marca la Ley. Porque es
tan sencillo como interiorizar que la libertad de uno termina donde comienza la
del otro. Y mientras no violemos los derechos de los demás, entonces
estaremos haciendo un uso responsable de nuestra libertad de expresión.
Lo que está claro es que la
libertad de expresión no es, en la práctica y quizá, por fortuna, tan amplia
como algunos piensan.
El peligro del estancamiento y la
repetición en la búsqueda de un estilo propio:
Los historiadores de Arte, en
principio, pueden distinguir a qué artista pertenece una determinada obra
aunque no la haya visto nunca, esto es así por el estilo propio del artista y
del movimiento artístico en el que se le encuadra. Por poner un ejemplo conocido,
Caravaggio pintaba sus ángeles sin nubes, les privaba de esos suaves apoyos, su
tenebrismo, sus modelos sacados de las calles, su perfecto dibujo….., en fin,
toda una serie de características propias de su pintura que la hacen
identificable.
Todos los artistas profesionales
sueñan con conseguir un estilo propio por el que se les identifique, y que a la
vez, en el colmo del logro artístico, sea un estilo nuevo, que triunfe y que
cree escuela. En esa búsqueda de fórmulas idiomáticas propias estamos todos los
artistas, el problema surge cuando un artista, al ver que una determinada
fórmula triunfa la repite una y otra vez hasta caer en el estancamiento. Se
pintan los mismos temas una y otra vez, y de la misma forma y con la misma
técnica. Si se hace uno con cierta fama pintando ángeles, pues se pintarán
miles de ángeles (es sólo un ejemplo), como si las obras se fabricaran en
serie, no avanzando así en la búsqueda de nuevas fórmulas.
Todos los grandes artistas
evolucionan a lo largo de su vida artística, pueden comenzar pintando en un
estilo o movimiento artístico concreto y terminar haciendo otro. En eso está
también la verdadera valía o maestría de un artista, en que pasa su vida
investigando, aprendiendo siempre, porque nunca está todo aprendido, porque el
Arte no es estático, y cambia con el devenir del tiempo.
Por otra parte, llegar a lo alto
cuesta mucho (y muy pocos llegan), pero mantenerse en el tiempo ahí arriba
cuesta más, y para ello, no se puede dejar de ser creativo y original.
Manoli Iglesias Vera
Licenciada en Historia del Arte
Mi modesta opinión es que en
ocasiones, cuando se observa a algunos pintores, se observa una repetición,
tanto en técnica como en temática, que en cuanto vemos una obra suya no surge
ninguna duda sobre quien es el creador de la misma. Hace muchos años, en un
mercadillo de arte, donde había obras de calidad, artistas con muchos años de
experiencia y muchas obras a su espalda, se observaba que algunos de ellos
habían encontrado una clave para vender prácticamente todo lo que llevaban.
Esto también me ocurre con otra serie de artistas, y a veces pienso, pero es mi
humildísima opinión, que se acaban convirtiendo en “profesionales” de la
pintura, se genera un buen producto, o muy bueno en muchísimos casos, con una muy
buena técnica y ejecución pero que ha llegado a un nivel de “comodidad” que
hace que no se arriesgue por la búsqueda de otras formas o contenidos. Quizás
todo esto sea producto de la sociedad en la que vivimos, que no compra
demasiada pintura, y de esa “tonta” necesidad que tenemos los humanos de comer
todos los días.
Adolfo Merino
Artista
Es curioso que casi nadie se
preocupa de la forma en que se mueve, de la manera que habla, no digamos de la forma que escribe
que a algunos debería darles vergüenza por los errores ortográficos y de
sintaxis que cometen y ahí incluyo a tanto poeta y poetisa actuales, de la
forma en que visten, e infinitamente de la manera que piensa y que cuando no
saben pintar todavía, se empiecen a preocupar por el estilo, ya tiene bemoles.
El estilo es a la vez lo más
simple y lo más complejo de desarrollar. El estilo es la propia marca, es como
la escritura la cual uno va aprendiendo escribiendo con diferentes tipos de
caligrafías en el colegio: inglesa, redondilla, gótica inglesa y alemana. Luego
con la llegada de los ordenadores descubrí que había muchos más tipos de
letras, aunque yo de niño ya inventé unos cuantos.
Lo cierto es que a la hora de la
verdad cada cual desarrollamos nuestra personal manera de escribir sin
pretenderlo, al menos conscientemente, y con el paso del tiempo cada cual
escribimos de una manera muy personal y no solo por el tipo de letra que usamos
sino por más características, como tamaño, altura, inclinación, proporciones,
formas de trazar y presionar el instrumento, etc. Pues exactamente igual sucede
con la pintura, sin proponérnoslo ya sale nuestro estilo, si además hay cosas
que queremos mejorar o corregir pues basta con estar atento a la hora de pintar
hasta que lo convirtamos en una rutina en la que ya no hay que pensar pues
saldrá de forma espontánea. Dicho de
otra manera, nuestro estilo y forma de pintar es nuestro grafismo, nuestra
escritura pictórica.
El estancamiento, desde mi punto
de vista, es otra cosa, es ese momento en que nos damos cuenta que llevamos
varios años pintando lo mismo y de la misma manera y nos estrujamos las
meninges para encontrar otro camino, otra manera, otros temas. Esto les suele
pasar especialmente a algunos de los que obtienen premios importantes, pues ya
no se atreven a cambiar por si entonces ya no gusta y no venden.
Antonio Sánchez-Gil
Artista
¿Es a través de la repetición, de
esta forma de memoria, que un artista construye el estilo?.
¿Será la repetición una
posibilidad expresiva o un límite para el artista?
Para ello distinguirá la
repetición del recuerdo: la reminiscencia atada al recuerdo repetirá algo del
pasado, en tanto la repetición propiamente dicha enlazada al instante se
orientará como un "recordarse hacia adelante".
Este encuentro puede ser tanto fulgurante
como connotado con cierto espanto, es decir presupone un riesgo que el artista
decide tomar.
¿Es ese instante, en ese momento
riesgoso en el cual el artista logra leer el espíritu de su época antes que
pueda ser dicho de otra manera?
El uso del concepto “estilo
personal” aplicado a la enseñanza artística de las disciplinas tradicionales
buscando un desarrollo subjetivo autónomo del alumno, es puesto en tensión
dentro de la enseñanza de las nuevas, aunque ya consolidadas, prácticas
artísticas visuales ya que estas pondrían más acento en la idea de la obra de
arte que en su aspecto material y por lo tanto implicaría una dificultad
aplicar la noción de estilo. La idea primaria que recorre a todas ellas es que
la efectiva obra de arte no es el objeto material procedente de la “mano” del
artista sino que la obra consiste en un conjunto de conceptos e ideas. La
noción de estilo fue tomado de las letras, en referencia al instrumento que
usaban los escritores para escribir y que señalaba un cierto modo personal de
escritura. Mediante una operación metonímica se transfiere la denominación de
una herramienta para designar, luego, una determinada actividad literaria en el
marco de una relación de contigüidad. Anteriormente, en la pintura y la
escultura se utilizaba el término “maniera” para señalar un modo particular de
expresión artística, que luego fue reemplazado por el término “estilo”, a
partir que las bellas artes comienzan a reivindicarse como actividad liberal y
destacan el componente intelectual de la labor de las disciplinas mencionadas
por sobre el trabajo manual.
Si bien puede encontrarse un
sinfín de definiciones sobre la palabra estilo, de alcances históricos, de
época, también en referencia a colectivos de artistas como a referencias
geográficas, en nuestro caso optamos por circunscribir estilo, a grandes
rasgos, como una manera particular de expresarse con formas y más precisamente
a la denominación “estilo personal”.
La creatividad surge del juego,
pero el juego no está necesariamente ligado a los valores. El compromiso y el
amor sí lo están. No hay un proceso creativo. Hay muchos procesos creativos,
con muchas capas, muchos niveles de compromiso y de intención. Los místicos
contemplativos trabajan únicamente con el sí mismo. Los artistas sumergidos en
el mundo del arte trabajan solamente con material.
En ambos casos hay una separación
entre los valores y lo sagrado por un lado, y la vida por otro. Pero en el
Frente de Liberación del Imaginario los artistas trabajan en el sí mismo y en
el material al mismo tiempo, en una alquimia de resonancia comprensiva.
Lo que solemos llamar creatividad
implica factores tales como la inteligencia, la capacidad de ver las
vinculaciones entre hechos que antes se veían como separados, la capacidad de
romper con actitudes mentales pasadas de actualidad, la valentía, las fuerzas,
la actitud de juego y hasta la capacidad de atacar. Las personas muy creativas
pueden usar estas capacidades en campos sumamente convencionales. Pueden
usarlas para el bien y para el mal….
Tal vez los artistas se
encasillan en exceso, no avanzan en sus planteamientos ni asumen nuevos retos.
La creatividad no fluye, porque
siempre utilizan la misma técnica, los mismos modelos, no asumen los tiempos en
los que viven. Se han amanerado en exceso.
Hay artistas haciendo obras como
si estuvieran en el siglo XVII, aunque técnicamente sean impecables.
Si no se avanza en función de los
tiempos ¿dónde queda la creatividad?
Luego se podría hablar del mono
tema que muchos artistas tienen. Podría hablarse de que con lo difícil que es
dar salida a las obras por la falta de compradores, si se sigue con la misma
temática a lo largo de los años, las dificultades de venta de las obras se
incrementarán. Ya no habrá compradores dispuestos a comprar siempre lo mismo.
Sin embargo, parece mas factible
que con un abanico amplío de temas y de técnicas se puedan incrementar las
ventas.
Artista o aficionado a pintar:
Marcel Duchamp, uno de los
principales valedores de la creación artística como resultado de un puro
ejercicio de la voluntad, sin necesidad estricta de formación, preparación o
talento, abrió la puerta a que cualquier persona pudiera considerarse artista:
“es arte lo que el artista dice que es arte”. Así pues, no hacía falta una
preparación previa para hacer arte , al fin y al cabo, según decían los
dadaístas “el arte había muerto”.
Desde entonces hemos asistido a todo tipo de
manifestaciones artísticas y a todo tipo de autodenominados “artistas” ya que
el esfuerzo, el conocimiento de procedimientos, materiales, técnicas, Historia
del Arte, etc…no han sido necesarios para hacer una obra de arte.
Cualquier
cosa que alguien haga puede ser aceptada de inmediato como arte, ya sea una
mesa llena de alimentos en descomposición como un cubo con fregonas o un cuadro
lleno de manchas de pintura donde no existe siquiera el más mínimo conocimiento
sobre la técnica empleada. A este
considerar al arte como un puro ejercicio de la voluntad, se le añade el
ingrediente del concepto de Arte como “expresión”….y punto. Está claro que todo
el mundo puede “expresarse”, no es pues de extrañar que salgan artistas hasta
debajo de las piedras. Cualquier persona puede recibir hoy unas clases de
pintura porque le gusta pintar y lanzarse a triunfar en el mundillo artístico.
Puede exponer en cualquier sitio, no hay selección ni petición de currículum, a
las galerías no les importa el talento o falta de talento del aspirante a
artista, lo que le importa es su cartera.
Al mismo tiempo, dado que el arte
es terapéutico, cada vez más personas canalizan sus problemas a través de éste,
concretamente, a través de la pintura, el medio más adecuado según la pionera
del uso del arte como terapia, la psiquíatra brasileña, Nise da Silveira.
Que el arte sirva como medio de
expresión de lo más universal del ser humano que es las emociones, no convierte
a un sujeto en artista porque use los pinceles y el lienzo como catarsis, y
esto es algo que estamos viendo cada vez con más frecuencia. El Arte como
terapia es útil e importante, pero el Arte es mucho más que una terapia.
Manoli Iglesias Vera
Licenciada en Historia del Arte
A mi la palabra “artista” me ha
parecido una palabra muy seria, para mi un artista son palabras mayores, yo me
incluiría en la segunda definición, mi subsistencia no ha dependido de la
pintura, sin embargo es mi gran pasión, desde joven, y con más o menos
intensidad, según las épocas, le he dedicado tiempo al dibujo y a la pintura. Y
ya que estamos a poner categorías, quizá, diferenciaría a aquellos que de vez
en cuando pintan un rato, para relajarse, para disfrutar, para llenar el
tiempo, ¿cuántas veces, cuando hemos dicho que pintábamos, nos han dicho eso
de... pues mi padre, amigo, hermana... también pinta y hace unos
cuadritos.......? de aquellos aficionados, entre los que me incluyo, que se
apasionan con lo que hacen, que buscan el tiempo de donde sea, que están con
los sentidos alerta, para captar aquello que nos rodea y plasmarlo en un papel
o un lienzo, a aquellos en los que la cabeza nos está trabajando, pensando en
la próxima obra a realizar, y como supongo que nos pasa a muchos, el dibujo o
la pintura no es una relajación sino una excitación, me acaba de venir a la
cabeza, una exposición de un famoso psiquiatra español que vi por casualidad,
cuyo nombre por desgracia no recuerdo, que hacía una pintura realista
buenísima, y no dejaba de ser un “aficionado a la pintura”.
Adolfo Merino
Artista
Se empieza por ser aficionado,
incluso aquellos que más tarde se convertirán en profesionales, es decir,
aquellos que viven de la pintura, pero lo de ser artista es algo especial que
algunos sacan de si mismos y que al verlo los demás piensan que el autor es un
artista, es decir “El artista es la persona que crea o produce obras de arte.
Pueden coincidir en el mismo sujeto las capacidades del autor y artista, por
supuesto” y una obra de arte es aquella que conmueve, emociona o hace vibrar al
espectador.
No todo el que se cree artista es
artista. Yo me considero pintor –bueno malo- lo de artista deben decirlo los
demás. Yo escribo poesía y no me considero poeta, eso deben decirlo los demás.
Asó lo veo yo.
En mi opinión, muchos
hiperrealistas pueden resolver de manera fotográfica pero no producir emoción,
como sucede en el canto, la música, la danza, la poesía, la narrativa, etc. es
decir, en cualquier expresión artística. Otros en cambio, sin dominar tanto la
objetivación de la imagen, precisamente por no ser tan objetivos, se dejan
llevar por sus emociones que se transmiten a su pintura.
Antonio Sánchez-Gil
Artista
A continuación copiamos una serie
de reflexiones que hemos visto en el blog de Hangel Montero (profesor y pintor)
puesto que son muy ilustrativos.
Lo
primero que debemos hacer es saber y conocer ¿qué es un “pintor”? y ¿qué es un “artista”? porque tal vez la utilización del término
es, de base, errónea.
“1.
m. y f. Persona que profesa o ejercita el arte de la pintura.”
Es
decir, si nos atenemos a lo que realmente significa el término, creo yo, que no
hay que haber nacido para “dedicarse
profesionalmente”
(significado de profesa) al arte de la pintura, como tampoco para “practicar” (significado de ejercita) este arte. Sería como mantener que hay
que nacer para un día hacernos profesionales de la medicina o para practicar el
submarinismo.
Creo,
por tanto, que cuando nos hacemos estas preguntas queremos en realidad
referirnos a lo de “artista” en vez de a “pintor”, es decir, nacemos o no artistas, porque evidentemente lo de
pintor ya ha quedado claro que no tiene ningún sentido. Veamos entonces este
otro planteamiento.
Según
la Real Academia de la Lengua Española, “Artista”, referido a la actividad relacionada con la pintura y las bellas
artes es :
“1.-
m. y f. Persona que cultiva alguna de las bellas artes.”
Es
decir, el que ejercita o practica alguna de las bellas artes.
Por
el sólo hecho de practicar (ejercitar) la pintura ya podríamos decir que somos
artistas sin tener que haber nacido para ello.
“2.-
m. y f. Persona dotada de la capacidad o habilidad necesarias para alguna de
las bellas artes.”
Y
ya sin hacer referencia a las bellas artes el término Artista es también
aplicable a la,
“3.-
m. y f. Persona que hace algo con suma perfección.”
Creo
que es en estas dos últimas acepciones donde surge el mito y no menor
controversia sobre el asunto.
Efectivamente,
si nos atenemos al significado académico del término, y visto así, parece ser
que artista solo sería quien es “dotado”
de la necesaria capacidad o habilidad para, en nuestro caso, poder pintar.
Dotado por el mero azar, por la intervención divina o por el capricho de la
naturaleza, pero siempre y en cualquier caso es necesario haber recibido “de nacimiento” ese “DON”
que al parecer consiste en tener capacidad o habilidad para pintar.
Pero
entonces la pregunta es evidente; ¿qué capacidad o habilidad “especial” hay que tener
para poder pintar?.
Que
yo sepa, y a no ser que tengamos un problema físico visual, ninguna.
Capaz
creo que cualquiera lo es si aprende las técnicas necesarias; mejor o peor,
pero… ¿capaces?, creo todos lo somos. Coger unos pinceles y
coger con ellos pinturas de colores y luego ponerlos en un lienzo o soporte
creo que todos somos capaces de hacerlo.
¿Habilidad
para pintar?…
la habilidad es por definición tener la destreza para hacer algo y sin duda,
uno adquiere cualquier destreza si cultiva y se educa para ello.
Yo
puedo tener habilidad para desmontar un motor pero si no aprendo cómo hay que
hacerlo por mucha habilidad que tenga no podré hacerlo; si no tengo habilidad
para cocinar y alguien me enseña cómo se hace, que duda cabe que la podré
tener.
Lo
mires por dónde lo mires, y literalmente hablando, no le veo ningún
sentido plantearse si tener capacidad o habilidad para pintar es UN DON con el
que hay que nacer.
Otra
cosa bien distinta sería tomar la segunda acepción del término artista que
hemos visto como justificación para plantearnos la duda de si el artista nace o
se hace, pero que al igual que la anterior, verás que tampoco tiene ningún
sentido.
No
ya referido al arte de pintar, dice la Real Academia de la Lengua que artista es la persona que hace algo con suma
perfección.
¿Y si nos referimos a la pintura?. ¿Artista sería entonces alguien que PINTA
CON ABSOLUTA PERFECCIÓN DESDE QUE NACE?. Luego… ¿somos capaces de plantearnos
si nacemos o no pintando con absoluta perfección?. ¿Verdad que no?… ¿A que
visto así ni te lo plantearías?.
A
mi forma de ver, y si quieres aprender a pintar, debes asumir y convencerte de
que esta pregunta tan asumida y discutida por todos sin excepción, no tiene
ningún sentido planteársela so pena de iniciar tu aprendizaje con más miedos
que dudas sobre si serás capaz de llegar a pintar algún día…”
El papel de la mujer en el Arte
en los siglos XX y XXI:
Aunque hoy las mujeres pueden
acceder sin problemas a las Facultades de Bellas Artes, y hay gran número de
muy buenas artistas, sigue siendo insuficiente el reconocimiento a su
contribución al mundo del Arte. Los nuevos estudios realizados por
historiadores y periodistas de investigación están sacando a flote a las
mujeres que en épocas pasadas, y no tan pasadas, fueron grandes artistas, pero
olvidadas por la Historia. A las mujeres artistas les ha pasado lo mismo que al
resto de mujeres, hemos sido ninguneadas en nuestro papel dentro de la
sociedad. Hoy sabemos que obras atribuidas a pintores o escultores varones
fueron en realidad obras hechas por mujeres, lo cual demuestra que no hay
diferencia entre el arte realizado por unos u otros.
Poco a poco, se va intentando
hacer justicia a tantas y tantas mujeres que, si bien, salvo alguna excepción
como Berthe Morisot (por poner un ejemplo quizás más conocido), fueron artistas
a la sombra de otro artista del que fueron su modelo, esposa o amante, pero que
no fueron reconocidas por su talento artístico. Se podrían enumerar muchos
ejemplos. Figuras femeninas que incluso ya entrado el s. XX permanecieron a la
sombra de otros grandes artistas, como fue el caso por ejemplo de Camille
Claudel, cuyo final fue trágico y nunca fue en vida reconocida como una gran
escultora.
En pleno siglo XX la modernidad de las
vanguardias otorgó a la situación de los y las artistas un equilibrio aparente;
a pesar de todo, el mundo del arte seguía estando regido por hombres (ellos
eran los artistas más valorados social y económicamente). No fue hasta la
década de los 60 cuando los movimientos feministas cobraron realmente fuerza y
comenzaron a defender el papel de la mujer en el campo artístico.
Pero aún quedan cosas por hacer. Se
abren museos a muchos artistas masculinos….¿a cuántas artistas femeninas se les
ha puesto un museo?. Por otra parte, de las paredes de los grandes museos
siguen faltando las obras de las grandes artistas del pasado que contribuyeron
con sus creaciones a la Historia del Arte.
Manoli Iglesias Vera
Licenciada en historia del Arte
Para mi, la mujer posee las
mismas capacidades que el hombre, por tanto, si se lo propone, puede alcanzar
las mismas cotas de conocimiento, desarrollo y habilidades que un hombre, otra
cosa es que la sociedad reconozca o no sus capacidades y resultados, y eso
depende fundamentalmente de la mentalidad de cada época y eso mismo es
aplicable también a los hombres, tal como le sucedió a Van Gogh por ejemplo. Él
no vendió ni un cuadro en vida y una vez muerto sus obras se cotizan en un
montón de millones de dólares/euros.
Así pues el papel de la mujer en
el arte es idéntico al del hombre, el resultado ya es otra cosa que no solo
depende de cada artista como dije antes. Y normalmente, los gays suelen tener
mejores resultados. Tal vez tener los dos sexos en un solo cuerpo les da
ventaja, aunque uno sea físico y el otro mental. Es curioso.
Antonio Sánchez Gil
Artista
Cuando
pensamos en el mundo del arte, es inevitable atribuirle una personalidad
masculina. Si pensamos en la figura de un director de museo, nos lo imaginamos
hombre, lo mismo nos sucede en pensar en un galerista, aunque luego nos lo
imaginemos con un equipo conformado por mujeres. Asimismo, cuando pensamos en
artistas famosos nos damos cuenta de que la mayoría son hombres, resultado de
que los programas de los museos presentan en un porcentaje mucho más elevado
exposiciones de artistas hombres que mujeres. Ni que hablar de comisarios jefe
o coleccionistas de alto rango, a los cuales también imaginamos como hombres.
En definitiva, la idea del género masculino dominando el mundo del arte
está más que establecida.
Por ello, parece natural creer que en el pasado esto era aún más
acusado, con una presencia femenina aún menor en el sector. Esta idea es
errónea, ya que el rol de algunas mujeres del siglo XX ha sido más que
imprescindible para conformar el arte moderno tal y como lo entendemos ahora,
afectando de forma directa en su desarrollo.
Todo
comenzó cuando el MET de Nueva York anunció su European Focus Program. Muchos
patronos del arte quisieron realizar donaciones para esta causa, pero el museo
se había impuesto no aceptarlas. Abby Aldrich Rockefeller, Mary Quinn Sullivan
y Lillie P.Bliss estaban entre esas personas a las que se les rechazó la
posibilidad de contribuir, así que se unieron para fundar el MoMA, que pronto
se convertiría en la mayor institución de arte moderno de la ciudad y una de
las más importantes del mundo.
No es solo importante el hecho de que tres mujeres fundaran el museo, si
no también la radicalidad en sus gustos. Si se compara con sus maridos, quienes
incluso consideraban escandalosos los hábitos artísticos de sus mujeres, éstas
eran mucho más modernas y atrevidas y compraban obra de artistas como Duchamp y
Picasso, que en su día eran tremendamente rompedores. A través del traspaso de
sus radicales gustos al MoMA, estas mujeres dictaron las normas de cómo iba a
ser el arte moderno en Nueva York, convirtiéndolo en el impulsor del arte
radical. Podríamos decir que estas mujeres tuvieron un importantísimo papel en
conformar lo que podría llamarse el arte del futuro.
Lo
curioso es que museos de tal importancia hayan sido fundados por mujeres pero
que, en cambio, no están dirigidos por mujeres. En el Whitney la primera
directora, Juliana R. Force, sí fue una mujer, pero desde entonces sólo hombres
han asumido esa posición. El MoMA jamás ha tenido una mujer como directora.
Esto se debe a que las mujeres fundadoras de dichas instituciones pudieron
hacerlo por pertenecer a una clase social muy concreta en la que contaban con
los medios, pero eso nunca significó que la sociedad estuviese preparada para
asumir que el género femenino era capaz de asumir un rol directivo desde un
punto de vista profesional. Hoy en día, aún siendo de manera menos acusada,
esto continúa sucediendo. Cada vez hay mas mujeres asumiendo cargos importantes en el sector del
arte, pero cuando nos ponemos a comparar el número de mujeres
continua siendo considerablemente bajo con respecto al número de hombres. Un
buen ejemplo de una mujer asumiendo un rol directivo en un museo hoy en día
sería el de Lissa Phillips, considerada la mujer más poderosa de la escena de
arte neoyorquina, directora del New Museum, otra institución fundada por una
mujer, en este caso Marcia Tucker.
Volviendo al tema de la constitución del arte moderno tal y como lo
conocemos hoy, no podemos olvidar los nombres de otras tres mujeres también
imprescindibles en el desarrollo de éste: Peggy Guggenheim, Betty Parsons e
Ileana Sonnabend A pesar de no haber fundado ningún museo, estas mujeres fueron
propulsoras clave del arte moderno siendo importantes coleccionistas, mecenas y
galeristas.
Betty Parsons, coleccionista y galerista, es sobretodo conocida por ser la
mujer que dio al expresionismo abstracto una verdadera plataforma sólida en
Nueva York. En su galería representó a artistas de la talla de Saul Steinberg,
Adolph Gottlieb, Mark Rothko, de Kooning etc. Asimismo, continuó cuidando de la
carrera de artistas como Jackson Pollock cuando Guggenheim cerró su galería
para regresar a París. Parsons también es conocida por haber apoyado a artistas
de minorías, desde asiático a afroamericanos, hecho que en su época era muy
inusual.
En
definitiva, vemos claramente de que el rol de ciertas mujeres, que no fueron
pocas, fue absolutamente vital en el desarrollo del arte a lo largo del siglo
XX, hasta hoy. Tanto por introducir el arte europeo a Estados Unidos como por
impulsar nuevos movimientos que rompieron esquemas y así abrir las puertas a
todos los artistas que hoy conforman el arte moderno con todas sus variantes.
Es un hecho que los gustos tan vanguardistas y radicales de estas mujeres , así
como la confianza ciega en su criterio, han llevado al mundo del arte a ser lo
que es hoy. Estas mujeres pueden ser consideradas las arquitectas del nuevo
arte, hecho de vital importancia sobre el que hay que esforzarse para mantener
en la memoria colectiva, ya que si no lo hacemos estaremos asumiendo la
naturalidad sobre el hecho de que los líderes del mundo del arte sean siempre
hombres.
La historia prueba que ha habido mujeres con un gran poder e influencia en
el mundo del arte. Así pues, es nuestra responsabilidad el transmitirlo con el
fin de que el sistema se abra a implementar los cambios estructurales
necesarios para que cada vez haya mas mujeres con acceso a cargos directivos en
instituciones de arte. Asimismo, esto se traducirá en una nueva programación
museística que otorgará mayor visibilidad a artistas mujeres.
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